Peruano se salva de la pena capital en juicio por tráfico de drogas en Malasia

Por: Patricia Castro Obando Corresponsal. BEIJING. El peruano Quique Cenepa Insanillo de 33 años, uno de los seis detenidos por narcotráfico en Malasia y el segundo en ser juzgado, se salvó de la pena capital cuando un juez del tribunal de Shah Alam lo sentenció a dos años de prisión efectiva por el delito de drogas en tránsito. Como Cenepa ya ha cumplido un año y diez meses en la cárcel de Sungai Buloh podría quedar libre antes de abril de este año.

“El abogado defensor preparó muy bien sus argumentos. Esto convenció tanto al fiscal como al juez que el destino final de la droga era Tailandia”, explicó la intérprete de nacionalidad argentina Lorraine Marina Bottreau que está asistiendo a Cenepa como lo hizo anteriormente con Reyes Amasifuén Tello, el peruano condenado a pena de muerte.

Según la traductora, el hecho de que este juez haya aceptado el cambio de tipificación del delito (de tráfico a tránsito) ha salvado a Cenepa de correr el mismo destino que Amasifuén. La figura de drogas en tránsito se castiga en Malasia con el pago de 30.000 ringgit (un poco más de 8.000 dólares) y cinco años de cárcel como máximo.

“El doctor Ganesan, abogado de oficio de Cenepa, presentó el mapa del aeropuerto y demostró que su defendido fue interceptado dentro de la zona de tránsito y obligado por la policía a cruzar el control de aduanas. A diferencia de Amasifuén, él nunca salió del aeropuerto por sí mismo”, refirió la intérprete.

ARRESTO
En efecto, Quique Cenepa Insanillo fue arrestado el 20 de marzo del 2007 en el aeropuerto de Kuala Lumpur cuando se disponía a tomar el vuelo de conexión a Tailandia. Cargaba aproximadamente medio kilo de cocaína en píldoras alojadas en su estómago. Según confesó posteriormente, le habían prometido 3.000 dólares por llevar la droga desde Buenos Aires hasta Phuket, el polo del turismo tailandés.

El abogado defensor también remitió al juez la tarjeta de embarque, el sello de salida de Kuala Lumpur en el pasaporte y hasta el etiquetado de la maleta con destino a Tailandia. La fiscal no puso mayor objeción ante las evidencias que establecían la figura de drogas en tránsito. “Cenepa se declaró culpable de este delito y el juez fue mucho más comprensivo a la hora de escuchar los motivos que lo empujaron a cometer este acto”, comentó.

Cenepa declaró con anterioridad que un accidente laboral le había producido una deuda por atención médica de 5.000 soles, con un interés mensual de 10%. Su trabajo en un bote, trasladando personas y carga por vía fluvial en Aucayacu (Huánuco), no le permitía saldar la cuenta que iba en aumento conforme pasaba el tiempo. Cenepa solo ganaba 20 soles diarios en promedio.

“A diferencia del juez que condenó a Amasifuén (el cual leyó su fallo rápido y sin mirar a la sala), el de Cenepa dictó su sentencia de forma clara y pausada, a medida que hacía anotaciones. Aceptó el pedido del abogado defensor de excluirlo del pago debido a que se trataba de un hombre que había cometido el delito precisamente por falta de recursos, y hasta ordenó que se enviara el pasaporte de Cenepa a la prisión para iniciar los trámites de vuelta”, sostuvo.

Según la traductora argentina, Cenepa ingresó a la sala del tribunal con una Biblia en las manos. “Al oír la sentencia pidió la palabra y con los ojos rojizos pidió perdón al rey de Malasia, a sus autoridades y al pueblo en general por los inconvenientes y daños causados por su conducta”, añadió.

A Dios ya le había pedido perdón mucho antes. “Antes de empezar el juicio leímos juntos el Libro de Jeremías, capítulo 3, que se titula ¿Y pretendes volver a mí? Cenepa rezó durante todo el proceso y se aferró de la Biblia. Me ha prometido que será un hombre nuevo. Creo que su fe lo ha salvado”, aseguró la traductora.

“Nuestros ruegos fueron escuchados”
HUÁNUCO. A través de la línea telefónica, Dolly Ruiz, suegra de Quique, no podía dar crédito a lo que escuchaba. “Dios bendiga a los que lo han liberado”, exclamó Ruiz, desde Aucayacu, tras conocer por El Comercio que su hijo político iba a regresar a casa antes de abril.

Dolly no tenía noticias de Quique desde hacía tres meses. En esa ocasión, en la cancillería le dijeron escuetamente que tendría un juicio en febrero y que se encontraba bien de salud. “Yo no sabía qué significaba todo eso, pero saber que estaba sano me aliviaba”, recuerda.

La familia de Quique se fracturó desde el día en que este partió hacia Malasia, hace un año y diez meses. Su esposa, Nanny Fuelmo, tuvo que olvidarse de la chacra familiar y trasladarse hasta los bosques de Puerto Maldonado, donde trabaja como cocinera en una empresa maderera. “Ella se llevó a mi nieto Víctor Enrique (4) y yo me quedé en Huánuco con Kaili (11), quien fue la que más sufrió con la ausencia de su papá”, cuenta con tristeza.

“No sabe la alegría que siento, nuestros ruegos fueron escuchados”, dice Dolly, como recordando que ahora tiene motivos para olvidarse de la melancolía. “Todo esto es cosa de Dios, con la familia de Ermógenes Pisco (otro de los detenidos en Malasia) siempre orábamos”, afirma. “Quique es como un hijo para mí”, añade Dolly, que espera la pronta llamada de su hija Nanny para poder contarle la buena nueva y que su vida en familia regrese a la normalidad.

*Más compatriotas serán juzgados*1. El tercer peruano que enfrentará a la corte el 4 de marzo próximo será Ermógenes Pisco Ceopa, el cual fue detenido en la misma fecha y en condiciones similares que Quique Cenepa. Pisco era vecino de Cenepa en el pueblo de Aucayacu, en Huánuco. Su abogado defensor también es Ganesan.

2. El cuarto peruano que será juzgado el 10 de marzo es Aroldo Girón Valencia. Su abogado de oficio abandonó su caso y el letrado Ganesan aceptó representarlo.

3. Probablemente en abril de este año se ventile el juicio contra Leonardo Isidro Quito Cruz, y en junio próximo, Víctor Urcuhuaranga Calderón enfrentará a la justicia en Malasia.

Fuente: El Comercio
http://www.elcomercio.com.pe/noticia/244451/peruano-se-salva-pena-capital-juicio-trafico-drogas_1